Los 30 mejores poemas en castellano en una citacion

Se que el desafio es mayusculo, la entidad considerable, pero despues de darle muchas vueltas me he atrevido con este desafio que me he impuesto crear la listado con los 30 mi?s grandes poemas en castellano. Siento el aliento sobre los criticos en mi cogote, acepto acontecer motivo sobre escarnio en las pi?ginas sociales, sin embargo despues sobre difundir tantos versos en esta division no me quedaba una diferente que realizarlo. Alla van mis treinta; los sobre Laura di Verso.

Los 30 mejores poemas en castellano

1 Elegia, de Miguel Hernandez

(En Orihuela, su villa y el mio, se me ha muerto igual que del centella Ramon Sije, con quien tanto queria.)

Yo deseo ser llorando el hortelano sobre la tierra que ocupas desplazandolo hacia el pelo estercolas, companero de el alma, tan temprano.

Alimentando lluvias, caracolas desplazandolo hacia el pelo organos mi dolor sin instrumento, a las desalentadas amapolas

dare tu corazon por alimento. Tanto dolor se agrupa en mi costado, que por doler me duele Incluso el aliento.

Un manotazo duro, un golpe helado, un hachazo invisible desplazandolo hacia el pelo homicida, un empujon brutal te ha derribado.

Nunca hay prolongacion mas enorme que mi herida, lloro mi desventura asi­ como sus conjuntos desplazandolo hacia el pelo siento mas tu muerte que mi vida.

Ando acerca de rastrojos sobre difuntos, desplazandolo hacia el pelo sin bochorno de ninguna persona desplazandolo hacia el pelo sin consuelo voy sobre mi corazon a mis asuntos.

Temprano levanto la muerte el revoloteo, temprano madrugo la madrugada, temprano estas rodando por el suelo.

No perdono a la homicidio enamorada, no perdono a la vida desatenta, no perdono a la tierra ni a la nada.

En mis manos levanto la tormenta de piedras, rayos asi­ como hachas estridentes sedienta de catastrofes asi­ como hambrienta.

Deseo escarbar la tierra con los dientes, deseo apartar la tierra pieza a dentelladas secas asi­ como calientes.

Deseo minar la tierra Incluso encontrarte desplazandolo hacia el pelo besarte la noble calavera asi­ como desamordazarte desplazandolo hacia el pelo regresarte.

Volveras a mi huerto desplazandolo hacia el pelo a mi higuera por los altos andamios de precio benaughty estas flores pajareara tu alma colmenera

de angelicales ceras y no ha transpirado labores. Volveras al arrullo de las rejas sobre los enamorados labradores.

Alegraras la sombra de mis cejas, desplazandolo hacia el pelo tu crimen se iran a cada lado disputando tu novia y las abejas.

Tu corazon, debido a terciopelo ajado, llama a un campo de almendras espumosas mi avariciosa voz de enamorado.

A las aladas almas de las rosas del almendro de nata te requiero, que poseemos que hablar sobre demasiadas cosas, companero de el alma, companero.

2 Tu me te gustaria blanca, de Alfonsina Storni

Tu me quieres alba, me deseas sobre espumas, me te gustaria de nacar. Que sea azucena acerca de la totalidad de, casta. De perfume tenue. Corola cerrada .

Ni un rayo sobre luna filtrado me huviese. Ni una margarita se diga mi hermana. Tu me te gustaria nivea, tu me deseas blanca, tu me te gustaria alba.

Tu que hubiste todas las copas a mano, de frutos y mieles los labios morados. Tu que en el banquete tapado sobre pampanos dejaste las carnes festejando a Baco. Tu que en los jardines negros del Engano vestido sobre rojo corriste al Estrago.

Tu que el esqueleto conservas intacto nunca se aun por cuales milagros, me pretendes blanca (Dios te lo perdone), me pretendes casta (Dios te lo perdone), ?me pretendes alba!

Huye hacia los bosques, vete a la montana; limpiate la boca; vive en las cabanas; toca con las manos la tierra mojada; alimenta el cuerpo con raiz amarga; bebe de las rocas; duerme sobre helada; renueva tela con salitre y no ha transpirado agua

Habla con los pajaros y levate al alba. Y no ha transpirado cuando las carnes te sean tornadas, asi­ como cuando hayas Ya en ellas el alma que por las alcobas se quedo enredada, entonces, buen varon, pretendeme blanca, pretendeme nivea, pretendeme casta.

3 Gacela de la terrible asistencia, sobre Federico Garcia Lorca

Yo quiero que el agua se quede sin cauce. Yo deseo que el derrota se quede sin valles.

Quiero que la noche se quede carente ojos y no ha transpirado mi corazon sin la requiebro de el oro.