Cuando tenГa 8 aГ±os de vida, tuve a mi primer preferiblemente amigo. Pedro era estrecho igual que un fideo, nervioso y no ha transpirado tenГa el cabello alborotado, repleto de esa ternura indГіmita que Гєnico poseen las niГ±os. Cuando me mudГ© a Filadelfia, me acogiГі –yo era ese niГ±o nuevo y no ha transpirado nervioso en la escuela– asГВ como me cobijГі pobre sus alas.
Pedro asГВ como yo pasГЎbamos los fines sobre semana ofreciendo caminatas con su madre por las senderos de el bosque cercano sobre su morada. El novio desplazГЎndolo hacia el pelo yo caminГЎbamos despacio, tomados de la mano mientras avanzГЎbamos, con las dedos entrelazados. Hasta el jornada sobre hoy, todo el tiempo que participo en la sagrada costumbre humana de tomarse sobre la mano, pienso en Pedro.
En la sobre modelos caminatas, otro crio, amigo de Pedro, nos interrumpiГі ofreciendo un ataque entre modelos manos, lo que nos asustГі.
“Se proporcionan la mano?”, preguntГі. “Eso serГВa gay”.
Suvenir que no sabГa con exactitud el significado de “gay”, sin embargo al escuchar cГіmo otros niГ±os pronunciaban la palabra, me imaginaba que era una cosa que nunca querГas acontecer. TenГa la terrible impresiГіn de que el ambiente exterior habГa irrumpido en nuestro espacio verde silencioso. Pedro y yo no volvimos a tomarnos de la mano de ningГєn modo.
SeguГamos preocupГЎndonos el alguno por el otro, aunque ese jornada comprendimos que debГamos regular el interГ©s en el otro, refrenarlo, aplicarle la espita desplazГЎndolo hacia el pelo nunca dejarlo proceder De ningГєn modo. Lo aprendimos a manos sobre otro chaval sobre la permanencia, quien posiblemente lo aprendiГі debido a otro crio de cualquier perduraciГіn.
Pedro y yo aprendimos lo que los hombres en Estados Unidos han aprendido de maneras reiterada que la ternura tiene que regularse conforme a un conjunto sobre cГіdigos que es necesario conocer bastante bien, como si la supervivencia dependiera de eso. Se intenta sobre una enseГ±anza que se ha enseГ±ado a lo dilatado sobre gran cantidad de aГ±os de vida, se ha anterior sobre una procreaciГіn an otra asГВ como, como si exteriormente la preferiblemente de estas lecciones interiorizadas, se prende sobre ti inclusive que casi no logras diferenciar en quГ© lugar termina la enseГ±anza y en quГ© lugar comienzas tГє.
Cada hombre lleva en el interior una listado de todo el mundo los miembros masculinos que ha querido sin encontrarse visto nunca las palabras Con El Fin De decГrselo.
ConocГ a Kichi a mediados de mi primer anualidad en la universidad, cuando era de nuevo ese nene nervioso que, en esta ocasiГіn, era anfitriГіn de la fiesta. Todo el tiempo he vivido con un comГєn sobre tics rotatorios generados por la ansiedad. Ese aГ±o me habГa aficionado a torcer el cordГіn sobre mi universidad a donde llevaba mi espita, enredГЎndolo y no ha transpirado desenredГЎndolo en mi dedo.
Cuando los consumidores comenzГі a entrar a mi dormitorio, iniciГ© a realizar las vueltas nerviosas carente darme cuenta de lo que hacГa hasta que escuchГ© un tronido y no ha transpirado vi que mi espita habГa golpeado la pantalla del iPhone de un raro desplazГЎndolo hacia el pelo le habГa hecho un minГєsculo rasguГ±o. El anГіmalo era Kichi.
El primer mensaje que le enviГ© fue la disculpa a la maГ±ana siguiente. Fue amable y aceptГі la disculpa. Acordamos irse a pasar el momento.
El primer aГ±o serГВa un buen segundo Con El Fin De encariГ±arse a los usuarios. ComencГ© a partir con Kichi cada ocasiГВіn con mГЎs repeticiГіn, inclusive que salГamos casi a cotidiano, y luego varias veces al fecha. Cuando llegГі la ocasiГіn de procurar alojamiento para el segundo aГ±o, decidimos distribuir casa. Hicimos migas veloz, pues ambos estГЎbamos ГЎvidos de arraigo en un sitio nuevo. Seguimos siendo unidos con el camino de el lapso por motivo de que nunca habГa nada que se sintiera mГЎs natural.
Kichi desplazГЎndolo hacia el pelo yo somos mestizos, modelos madres son blancas, nuestros padres migrantes con nombres difГciles de pronunciar. Procedemos de urbes que nos enorgullecen el novio de Seattle y yo sobre Filadelfia, sin embargo en la mayorГa de los enfoque somos dispares. El novio serГВa tranquilo y no ha transpirado tranquilo, anda en patineta, dispone de su ropa doblada y no ha transpirado ordenada, escribe poemas y adora la inmunologГa. Cuando estГЎ lamentable, no se queda mismamente durante demasiado lapso.
Admiro lo juicioso desplazГЎndolo hacia el pelo silencioso que es y el nivelaciГіn que le da a su vida. Cuando le relato mis problemas con una novia, mis inconvenientes con la escritura o sobre otra natura, todo cosita que dice o nota continuamente me da vueltas en la inteligencia a lo largo de dГas. Agradezco su constancia asГВ como Г©l agradece que yo sea sensible y que casi De ningГєn modo estГ© equilibrado o sereno en absoluto. Le agrada que sea un desastre asГВ como vГВa torpe.
Cuando la trato se volviГі mГЎs cercana, comencГ© an estudiar algunos hГЎbitos de Г©l desplazГЎndolo hacia el pelo Г©l empezГі a adoptar algunos mГos. Le agrada que sea un desastre, y no ha transpirado quizГЎ por eso sГ© que me desea. Sobre todo estilo, ВїquГ© otra cosa podrГa querer?
Las cГіdigos que continГєan los miembros masculinos respecto al apego son engaГ±osos. Por ejemplo, si bien desaprueban afirmar “Te quiero” de forma directa, A veces decirle a otro adulto “Te aprecio” o “Te llevo en el corazГіn” estГЎ bien. Inclusive, podrГa ser admisible decir “Te quiero” si lo dices seguido inmediatamente sobre un “hermano” o “amigo”.
Estas son las maromas lingГјГsticas que la masculinidad nos obliga an efectuar, las negociaciones que hacemos con el lenguaje Con El Fin De mantenernos dentro sobre los lГmites aceptables de la hombrГa.
HabrГa que aГ±adir la nota al pata a este cГіdigo. A veces las circunstancias mГЎs inconvenientes o terribles podrГВЎn inducir una expresiГіn aceptable sobre amor, No obstante Гєnicamente en ese segundo especГfico, y no ha transpirado jamГЎs se deberГЎ volver a palpar el asunto.
Realiza dos aГ±os, Kichi asГВ como yo nos tomamos semestres sabГЎticos sobre la universidad asГВ como pasamos una Г©poca en Colombia, de donde serГВa originario mi padre. Un dГa, cuando estГЎbamos en la poblaciГіn costera sobre CapurganГЎ, me enfermГ© de rГЎpido y la fiebre y no ha transpirado el mareo hacen que cayera sobre rodillas mientras caminaba por la playa.
Me dio pavor enfermarme tan misteriosamente en un lugar en el que podrГa ser trabajoso conseguir ayuda. Kichi buscГі a un doctor por toda la localidad. Al no dar con a nadie, decidiГі que su cursillo propedГ©utico de medicina tendrГa que acontecer razonable y me atendiГі. Puso su mano en mi liga. Me susurrГі al oГdo. Me repitiГі la y otra oportunidad que iba a superar… hasta que mismamente fue.
Este fue quizГЎ el momento mГЎs Гntimo dentro de nosotros, provocado por mi enfermedad e impensable en cualquier otro instante.